Después de la misa que hicimos por la mañana, como todos los años, hubo un almuerzo para todos. Y tras esto, una estupenda Gymkana Pirata, donde, por grupos, teníamos que ir pasando por una serie de pruebas, navegando por el patio en un barco hecho de papel higiénico (no usado) pero sí pasado un poco por agua, por la lluvia. El último asalto estuvo muy reñido entre dos grupos, incluyendo regatas en alta mar, saqueo de barcos (el oficio de un buen bucanero), y una prueba de vestimenta… ¿quién era más pirata?
Tras esta dura batalla, la lluvia continuó gracias a nuestras dulces y melódicas voces en el “Sing Star”… oyéndose de fondo el gran torneo de ping-pong.
Y para acabar con esta fiesta, después de comer, en nuestra característica velada, los alumnos nos deleitaron con sus actuaciones, desde números musicales, hasta bailes de todo tipo, pasando por una clase de aerobic de los chicos y chicas de cuarto, en el Baile del Cuadrado, que por cierto, ¡vaya pintas!
Pero el homenaje a Don Bosco no terminó aquí. El domingo continuó el "sarao". Nos reunimos más de 1000 personas en un emotivo evento familiar.
Este día no faltó de nada. Sobre las diez de la mañana comenzaron los torneos deportivos contra otros centros… ¿Qué quién ganó? ¡Pues nosotros!
Pero sin olvidarnos de los más pequeños, que pudieron divertirse en los juegos hinchables.
A la una del mediodía se celebró una grandiosa misa, donde no cabía ni un alfiler. Fue un éxito total y rotundo.
Y el momento más ansiado: paella para todos.
Fue una jornada de convivencia, donde hicimos lo que Don Bosco quería: ser felices. Muy felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario